La lactancia materna
Amamantar beneficia a tu bebé
y a ti misma. Le provee la mejor
alimentación para su óptimo desarrollo, permite estrechar los lazos de cariño,
apego y seguridad desde su llegada al mundo y además te ayuda a bajar de peso.
Beneficios de la lactancia materna:
Óptima nutrición: Ningún
alimento es mejor para el niño o niña que la leche materna. Tiene todos los nutrientes que el bebé
necesita, está siempre lisa y a la temperatura adecuada. A medida que tu hijo o hija va creciendo, la
leche materna se va adecuando a sus necesidades.
Defensas: Protege a tu bebé
de enfermedades. El niño o niña
alimentado con leche materna, rara vez tendrá enfermedades respiratorias,
digestivas, otitis o alergias.
Fortalece el apego: La
lactancia produce un vínculo afectivo entre la mujer y su hijo o hija. El bebé alimentado con pecho siente bienestar
y satisfacción, lo que hace que se sienta querido y protegido.
Desarrollo intelectual: El
niño o niña, alimentado con leche materna es más activo, tiene mayor desarrollo
psicomotor y una mayor capacidad de aprender.
Ahorro: La leche materna no
tiene costo.
Ventajas para la mamá: Además
de ayudarte a recuperar el peso de antes de la gestación, sentirás la
satisfacción de alimentar a tu bebé.
Recomendaciones en torno a la lactancia materna:
Inicia la lactancia tempranamente, ya que después del parto, aumenta la producción de
prolactina y oxitocina, dos hormonas fundamentales para la producción
láctea. Por eso, cuanto antes lo hagas,
mayores son las posibilidades de éxito.
Mantén a tu bebé el mayor tiempo posible durante tu estadía en la
maternidad.
Libre demanda:
Ofrece el pecho cada vez que creas que tu hijo tiene hambre o sed y por el
tiempo que éste desee. El régimen de
libre demanda, día y noche, facilita la organización de la lactancia.
Frecuencia:
En la medida que amamantes a tu bebé con mayor frecuencia, la bajada de la
leche será más pronta y producirás mayor cantidad. Recuerda que la frecuencia entre una mamada y
otra puede variar. Los horarios se irán
regulando con el tiempo.
Exclusividad:
Lo óptimo es que tu bebé se alimente sólo de leche materna hasta que cumpla 6
meses. No necesita beber otro tipo de
líquidos (ni jugos, ni agua).
A partir de los 6 meses
incorpora papillas y fruta. Mantén la
lactancia de manera complementaria a otros alimentos, en lo posible hasta los
dos años de edad.
Chupetes y mamaderas: Un chupete no se succiona de la misma manera que el pecho, por lo que
el recién nacido puede “confundirse” y posteriormente agarrar el pecho con
menos eficacia. Esto puede ser la causa
de problemas tales como grietas en el pezón y mastitis. Estos elementos se pueden usar cuando la
lactancia se haya consolidado.
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